viernes, 11 de julio de 2014

NATURALEZA Reino Animal: Comportamientos Cooperativos ¿Altruistas o No? (Leticia Arribas)

Una interesantísima entrada invitada escrita por la prometedora bióloga Leticia Arribas...

La teoría de la selección natural se apoya en la existencia de variación entre los organismos y que esta variación puede ser heredable. Aquellos individuos que acumulan variaciones genéticas favorables en la población en un determinado ambiente son capaces de sobrevivir y aumentar su eficacia biológica (capacidad de reproducción de un individuo)  y, por tanto, dejar más descendientes. Cabe esperar que los organismos se comporten de una forma que les aseguren que sean sus genes los que pasen a la siguiente generación...

La cooperación entre individuos puede incrementar la posibilidad de supervivencia y reproducción. Aquellos organismos que tienen alianzas entre ellos dentro de una población aumentan las posibilidades de que sus genes se perpetúen en las siguientes generaciones.

El buitre leonado trasmite información a sus congéneres con el tipo de vuelo,
avisando de una posible fuente de alimentación (Ucero, España 2012)
Vivir juntos supone algunas ventajas frente a la vida en solitario. Por ejemplo se facilitan los encuentros entre machos y hembras, defensa ante depredadores o repartición de tareas. En muchos casos estas cooperaciones se dan entre individuos emparentados pero existen ocasiones en las que no existen ninguna relación de parentesco.

Los elefantes marinos se dan calor mutuamente mientras mudan la piel,
esta 'atracción' se llama cigmotactismo (Isla Macquarie, Oceano Austral 2013)
Los individuos emparentados comparten una elevada proporción de sus genes, por lo que colaborando con los parientes esos genes no sólo se transmiten a través de los descendientes directos (hijos) si no también a través de los descendientes de los parientes con los que cooperan. Este modelo de cooperación se ha denominado selección por parentesco. En este caso la eficacia biológica se comprende mejor si en lugar de tener en cuenta el número de hijos se tiene se considera el número de copias de un gen que se transmiten. Por tanto, un individuo puede aumentar su eficacia biológica de forma directa invirtiendo en sus hijos o de forma indirecta participando en la crianza de los hijos de parientes.

Uno de los ejemplos de selección por parentesco más claro es el de los insectos sociales, esto es, hormigas, termitas y abejas. La mayoría de los individuos de una colonia no deja descendientes pero trabajan en beneficio de la reina y cuidan y defienden a los hijos de ésta, y que son hermanos del resto de la colonia. También existen casos en los mamíferos, como las ratas topo desnudas, con una organización similar a la de los insectos sociales o los murciélagos hematófagos, que regurgitan parte de la sangre de la que se alimentan para ayudar a parientes que no han tenido suerte en su búsqueda de comida o a crías propias y ajenas.

Hormigas del bosque trabajando en procesión para la colonia (Mindo, Ecuador 2008)
En el caso de los murciélagos, también se da el caso de cooperación entre individuos no emparentados. Este modelo se conoce como reciprocidad o altruismo recíproco. Este tipo de comportamiento suele ocurrir en sistemas sociales en los que es muy probable que se den futuros encuentros. Por tanto, el emisor del comportamiento altruista espera recibir un acto similar en un futuro por parte del actual receptor.

Los murcielagos cuidan a sus enfermos (Ruidera, España 2007)
Aunque estos tipos de comportamiento se describen normalmente como actos altruistas, estrictamente no lo son; un acto altruista es aquel que no reporta ningún beneficio para el emisor. En casi todos los casos se espera recibir un beneficio a cambio de ello: o bien la transmisión de genes, una futura ayuda...

El ser humano a simple vista se podría considerar una de las especies más altruistas. Somos, por ejemplo, capaces de donar parte de nuestra sangre para personas que ni siquiera conocemos. Pero... ¿es realmente un acto altruista? ¿No lo haremos pensando en que el resto de personas también lo hagan para cuando la necesitemos nosotros, para sentirnos mejor con nosotros mismos o simplemente porque después de hacerlo nos dan comida?


            ¿Existen, por tanto, los verdaderos actos altruistas?

Texto: Leticia Arribas (Fuentes: Propias). Editador por: Luis R. Pertierra.
Imágenes: Luis R. Pertierra (España 2007, 2012, Ecuador 2008, Australia 2013)

2 comentarios:

  1. Efectivamente las acciones desinteresadas parecen incluso contra natura, aunque te lo propongas es difícil ¿imposible? de llevarlas a cabo. Sin embargo aunque nos fastidie reconocer 'pseudo-egoísmos' como bien nos cuenta Leticia, se trata a menudo de un beneficio común del que no avergonzarse ¿no creeis?

    ResponderEliminar
  2. Tambien es curioso pensar en genes y no en hijos, es para plantearse invertir más en sobrino/as :D

    ResponderEliminar

Translate

Copyright

Todas las imágenes, textos y vídeos son material inédito y propiedad exclusiva de Lewis For Earth.