lunes, 7 de julio de 2014

CUENTOS Estados Unidos: El muñeco de Jengibre

Prólogo: Este cuento es uno de los primeros que recuerdo ojear de niño en clases de inglés... La versión original parece remontarse a Estados Unidos pues es uno de los primeros lugares que aparece publicado. Este cuento es uno de los más populares y extendidos, con numerosas variantes por todo el mundo. Aquí os dejo una versión breve...



Erase una vez... un anciano matrimonio de panaderos que vivía en la campiña, por supuesto hacían el mejor pan de la zona. Sin embargo, eran pobres. Un día, con los restos de la harina del día (más un poco de canela, azúcar moreno,  bicarbonato, mantequilla, huevo y jengibre...) hicieron un pan de jengibre con forma de muñeco. Lo decoraron con gran esmero y lo pusieron en el horno, esperando pacientes para degustarlo después de una jornada dura de trabajo. El calor del horno fue insuflando vida al muñeco, que oía a los panaderos relamiéndose fuera y en cuanto abrieron del horno salto huyendo de ellos...

- No me atrapareis jejeje, ¡soy el muñeco de jengibre! - Les grito el muñeco corriendo campo a través, dejando atrás al hambriento matrimonio de panaderos. En el camino se encontró una vaca que le relamió pensando en comérselo, pero en lo que se abalanzó a por él, el muñeco saltó de nuevo: - No me atrapareis jejeje, ¡soy el muñeco de jengibre! - La vaca le persiguió pero no pudo con su paso...

Durante su escapada se encontró con un caballo que relinchó al oler su aroma pensando en comérselo igual que todos. El muñeco, crecido de sus pasadas experiencias lo vió venir, y salió corriendo al grito de: - No me atrapareis jejeje, ¡soy el muñeco de jengibre! - Y así corrió y corrió, pero del caballo no se pudo zafar tan fácil como de los demás, y empezó a agotarse...

Finalmente llegó a un río, pero en cuanto tocó el agua sintió como su pata se deshacía. Entretanto se acercó un zorro y el muñeco le gritó - No... me... atrapareis... ¡soy... el... muñeco... de... jengibre! A lo que el zorro le respondió - ¿Y porque iba a perseguirte? no pareces muy apetecible. - El muñeco le miró desconcertado, esto de que no quisieran comerlo era nuevo para él...

El muñeco vio al caballo aproximarse, y tras él algo más retrasada la vaca y en la lejanía la pareja de ancianos. Entonces tuvo una idea: - Oye, amable zorro, ¿me ayudas a cruzar el río? - Y el zorro le respondió - Si tanto lo necesitas... súbete a mi. - Y así el muñeco se aferró al lomo del zorro, que se dispuso a cruzar el río.

- Este rio es muy profundo... Súbete a mi hocico o acabarás disuelto - le dijo el zorro a medio camino. Y el muñeco, temeroso del agua se encaramó al morro del zorro. El zorro cruzo al otro lado del río, pero en el momento de bajarlo abrió sus fauces y se tragó al muñeco...

Te atrapé jejeje, ¡muñeco de jengibre! - Y el zorro disfrutó su regalado manjar. FIN

Más astuto que un zorro ¿no?
PD: Ahora habrá que cocinarse un muñeco de jengibre, digo yo ¿no?

Texto: Luis R. Pertierra (Fuentes: Propias / Wikipedia)
Imágenes: Luis R. Pertierra


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Translate

Copyright

Todas las imágenes, textos y vídeos son material inédito y propiedad exclusiva de Lewis For Earth.