lunes, 23 de junio de 2014

NATURALEZA El castor canadiense en Escandinavia y Patagonia, un invitado fallido que modifica el ecosistema

Abordamos hoy la vida de otro mamífero de fantasía, el castor, así como las desventuras en torno a su solemne figura.

Como castor navegando por su casa; los castores
como las personas  modifican el habitat a su gusto
 (Tierra de Fuego, 2012)

Un castor disfrutando de un almuerzo ayudado
de sus poderosos incisivos (Tierra de Fuego, 2012)
Biología
Los castores conforman un género de roedores semiacuáticos. Estos animales se agrupan en pequeñas colonias familiares. Se caracterizan por sus fuertes incisivos con los que crean diques. Estos diques tienen la finalidad de aumentar la profundidad del agua, creando una red de canales a su gusto en los que establecen una serie de madrigueras. Su aplanada cola les sirve de timón para navegar elegantemente por las aguas remansadas (y si revisamos la entrada sobre el ornitorrinco encontramos en estas especies un magnifico ejemplo de evolución convergente). Son herbívoros, alimentándose principalmente de la corteza de los mismos árboles que desgastan (principalmente arboles de ribera como abedules). Pasan el verano alimentándose y recolectando materiales para la invernada. Durante el invierno se encierran en sus madrigueras a hibernar, taponándolas con lodo que se congela dejándoles aislados a salvo. Son animales muy territoriales.

Esa cola aplanada se parece mucho a la del ornitorrinco
(Tierra de Fuego, 2012)

La piel del castor ha sido muy valiosa para el hombre en Canadá
sin embargo la industria peletera no fructificó en Patagonia (2012)
Distribución
El castor es propio del Holoártico (Norteamerica y Eurasia). En nuestro tiempo hay dos especies que se reparten el territorio: el popular castor canadiense, y el castor europeo (ruso) cuyas poblaciones han retrocedido notablemente debido a la presión humana. Actualmente están en marcha distintos programas de reintroducción del castor europeo. El castor canadiense es un icono de este país aunque también es muy común en las zonas templado-frías de estados unidos. Fuera de su ámbito nativo es una especie invasora facilitada por el ser humano. Aparecen dos focos de introducción: Escandinavia y Patagonia.

Marcas de castor en Escandinavia
(Halstahammar, Västeras 2007)

Nuevo ambiente del castor en Patagonia (Tierra de Fuego, 2012)
Introducción
Este roedor fue introducido el siglo pasado (1946) en Patagonia desde Canadá tras una solicitud formal a su gobierno, que facilitó una veintena de parejas. La finalidad era proveer a la región de una fuente adicional de carne y material peletero. Irónicamente tal industria ha sido un fracaso. Sin embargo, el castor encontró aquí un ambiente muy propicio para su desarrollo y con ausencia de depredadores. A resultas hoy está ampliamente extendido, provocando una modificación sustancial de los bosques y ríos andinos. En particular el castor ha transformado grandes espacios del bosque ribereño dominado por haya austral Nothofagus pumilio en la isla de Tierra de Fuego, rehaciéndolos a su medida. Esto es, incrementando los terrenos inundados, condicionado las especies crecientes, modificando los procesos de erosión y sedimentación y provocando una pérdida de biomasa global.

En las zonas altas y drenadas destacan intactas las especies
del haya Nothofagus  (Tierra de Fuego, 2012)
En las zonas bajas los ambientes quedan trastocados
(Tierra de Fuego, 2012)
Erradicación
Hoy en día los gobiernos de Chile y Australia se plantean erradicar la especie. Esta es una tarea titánica de difícil consecución debido a su amplia distribución y alto grado de adaptación local. La erradicación de especies es además muy costosa, mismamente el gobierno australiano ha destinado numerosos recursos a su exterminio, incluso un mega-proyecto de 24 millones de dólares para erradicar con éxito conejos y roedores en la isla Macquarie (Oceano Austral) en una de las mayores hazañas recientes de la conservación. Al respecto daré a conocer más en el futuro (Pertierra y Springer, Revista QUERCUS en prensa).

El conejo castellano es otro residente extranjero en Patagonia
de dificil solución (Tierra de Fuego, 2010)
Los guanacos son el verdadero emblema nativo de la Patagonia,
algo que no debe ser olvidado (Tierra de Fuego, 2012)
Conclusiones
Los castores son unos animales extraordinarios y a su vez un excelente ejemplo de como la intervención humana afecta los ecosistemas más allá de sus previsiones. Por otra parte muestra la complejidad de revertir una actuación puntual una vez iniciada. Paradójicamente su belleza puede acabar convirtiéndolos en un creciente reclamo turístico en los lugares de invasión, sin embargo esto puede verse como oportunidad para destinar fondos a la conservación así como trasmitir una valiosa lección.

PD: Si queréis ver a los castores en acción podéis recrearos con un nuevo video en el canal asociado de YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=XnOIlPgZHYE

Texto: Luis R. Pertierra. Fuentes: Propias / Locales / Wikipedia
Imágenes: Luis R. Pertierra (Suecia 2007, Patagonia 2010-12)

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