martes, 27 de enero de 2015

SISMICIDAD Y GEODESIA Vigilando los rugidos del interior de la tierra y los volcanes

Los terremotos son, en esencia, una liberación de energía del interior de la Tierra (con profundidades variables de entre pocos kilómetros hasta varios centenares) provocando un temblor que se trasmite hasta la superficie. A estos se suman las deformaciones del terreno por las presiones internas generadas. Aquí detallamos un poco más sobre los terremotos y las deformaciones asociadas al vulcanismo así como su estudio por parte de los sismólogos y geofísicos.


En Islandia se puede observar la divergencia de la falla americana y europeas, siendo 
un lugar de terremotos y actividad volcánica asociada a la dorsal oceánica.


Dentro de los terremotos podemos distinguir unos cuantos tipos, pero básicamente aparecen dos tipos de eventos:

Tectónicos. Asociados a fallas de placas. En ambientes volcánicos se clasifican en regionales (TR) si provienen del entorno exterior, o locales (VT: volcanotectónicos) si se registran como provenientes dentro del ámbito del volcán.
Volcánicos. Son asociados a la propia actividad de los volcanes. Dentro de ellos aparecen los seísmos de largo periodo (LP) de baja frecuencia, generalmente en los sistema hidrotermales; asociados a la cámara magmática , los tremores (el ‘rumrum’ del volcán) y los seísmos híbridos.

Los distintos tipos de terremotos muestran diferentes señales

Cuando un terremoto se produce decimos que el hipocentro es el lugar fuente del interior, mientras que el famoso epicentro no es más que la representación en superficie de tal fuente.

El estudio de la actividad sísmica es un complejo proceso de interpretación a partir de triangulación de datos registrados en una red de estaciones separadas entre sí. A partir de la forma de las señales espectrales registradas, la velocidad de llegada y el recorrido geológico los sismólogos averiguan el tipo, duración, frecuencia, distancia y energía de los terremotos (magnitud).

En Isla Decepción hay dispuesta una red de 5+1 estaciones 
sísmicas actualmente monitorizando el activo volcán antártico

Los aparatos que recogen la actividad sísmica son los sismómetros. Al ser aparatos muy sensibles registran una gran cantidad de ruido que los sismólogos deben descartar. Este ruido puede producirse por el viento, el oleaje, derrumbes cercanos e incluso perturbaciones por el pisoteo de fauna. Si, una gaviota andando próxima al aparato es capaz de causar un efecto similar al T-Rex de Parque Jurásico, ¡por suerte el eco rítmico causado por pisadas es fácilmente identificable! (aunque más de uno se ha llevado algún susto por ello).

Para interpretar un sismograma debemos tener en cuenta que nos muestra las ondas propagadas en los 3 ejes dimensionales (XYZ). La componente Z nos da la coordenada vertical, registrando sobre todo las ondas longitudinales, que son las primeras (P) que llegan y se sienten como un primer bote. El componente X corresponde al eje este-oeste mientras que el Y informa del eje norte-sur, conjuntamente registran las ondas de cizalla (transversales). Estas ondas secundarias (S) vienen poco después y son las que nos hacen sentir el vaivén horizontal siendo causantes primordiales de daños estructurales en nuestras infraestructuras. No debemos confundirlas con replicas (estas son nuevos terremotos asociados).

Un sismograma representa las 3 direcciones de propagación
de las ondas sísmicas en el espacio y el tiempo

Por otro lado, actualmente la deformación del terreno es una medida alternativa de la actividad volcánica perfeccionada con la revolución del uso de GPS ¡los tradicionales teodolitos eran poco prácticos para seguimiento en tiempo real! El estudio de la deformación conlleva de medidas geofísicas muy precisas que a veces pueden predecir erupciones antes que la sismicidad. Este comportamiento de deformación presenta procesos expansivos y de elevación seguidos de procesos compresivos y de subsidencia. Para ello hay que contemplar muchos elementos distorsionadores como pueda ser el mero régimen mareal. Las actividades eruptivas de algunos volcanes como el Etna son predecibles gracias a aumentos de sismicidad pero otros como el Cayauquen avisa antes a través de deformaciones.

En la Isla Decepción se realiza un monitoreo de la actividad 
sísmica del volcán por parte del programa español desde 1989

La sismología y la geodesia avanzan a grandes pasos, siendo claves para la vigilancia volcánica en espacios como la singular Isla Decepción en Antartida, descrita ya en una entrada previa. ¡Con todas estas mediciones un volcán monitoreado no tose sin que lo sepamos!

Textos: Luis R. Pertierra (Fuentes: Vanesa Morales & Enrique Carmona, Univ. De Granada, Amós Gil, Univ. De Cadiz).
Figuras:Vanesa Morales & Enrique Carmona, Univ. De Granada.

Imágenes: Luis R. Pertierra (Antartida 2012, Islandia 2013)

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